Leo Felipe Campos

Doce años

Hoy creí entenderlo mientras leía una novela y sentí el fogonazo en los ojos. Eso pasa con los buenos libros, te revelan ideas, descubres luces que luego tratas de reescribir para evitar que se apaguen. He publicado pequeños ensayos sobre el amor, la energía o el aprendizaje que me regalas, sobre mi paternidad o sobre Doce años

La verdad frente al odio

Durante las últimas semanas, un nutrido grupo de venezolanos ha chocado en las redes para manifestar su apoyo a la reelección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos. Ven al candidato republicano como su gran líder porque ha dirigido una intensa campaña de presión internacional contra la dictadura de Nicolás Maduro, que abarca la La verdad frente al odio

Leer en Colombia

Luego de vivir en Colombia entre 2015 y 2020, y de trabajar como editor y corrector de estilo, por lo general para el Grupo Planeta, puedo decir que he leído unos cuantos libros y he tenido la fortuna de conocer un poco mejor su panorama literario. Hace poco más de un mes elaboré un listado, Leer en Colombia

Bolívar. Supremo. Malandro

En junio del 2016 estuve un mes en Venezuela después de emigrar el año anterior. Nací allí, viví en su capital durante dos décadas y, a través del periodismo, la edición, la literatura y la concepción de eventos musicales y artísticos, había logrado sentirme como un activador consciente de sus espacios culturales, callejeros y nocturnos. Bolívar. Supremo. Malandro

Contra el desamparo

Más de 24.000 niños de padres venezolanos que nacieron en Colombia en los últimos cuatro años tienen nacionalidad colombiana desde el pasado 20 de agosto. Se trata de una medida excepcional y temporal del gobierno colombiano que ayudará a mitigar, al menos desde un punto de vista legal, las condiciones de vulnerabilidad en las que Contra el desamparo

Cartagena no siempre es lo que creen

Que imaginen, eso les pide, algo natural para sus edades: que imaginen. Los niños se notan estáticos, apenados y aburridos, pero la joven que guía la actividad eleva el ánimo. Habla con amabilidad y determinación, sonríe, hace mímicas, los invita a repetir sus movimientos. A cantar. A correr. A agacharse. A bailar. Los niños, unos Cartagena no siempre es lo que creen

Soledad y miedo

Desde antes de llegar insistieron varias veces en que el barrio era peligroso. Una vecina hizo una seña apenas se detuvo el carro; estaba en la antesala de su vivienda y habló con sigilo. —No vayan para allá abajo. —¿Por qué? —Porque los pueden robar. Pero hacia allá era justamente adonde íbamos. Dara Katheryn González, Soledad y miedo

Un rato en Cúcuta

Yorleidys se produce cortes con hojillas en el abdomen y las muñecas. Hace poco cumplió dieciséis años y le confesó a su mamá que le gusta el dolor. —Me da miedo porque cada vez son más profundas las heridas —dice Verónica, su madre, desde la entrada de una casa modesta. La calle es de tierra Un rato en Cúcuta

Ojos que no ven

Marian Geraldine Maglioni Sánchez es venezolana y curiosa, una flaca de pelo largo que ríe con timidez. Llegó a Colombia en enero del 2018 junto a sus tres hijos: Yérika, de tres años; Julieth, de siete; y el mayor, Byron, de nueve. Ella tiene 31. Actualmente viven todos en un asentamiento en Cúcuta donde los Ojos que no ven

David Hutchinson: los dos lados del cristal

Volvió a su casa sin sobresaltos luego de cenar con dos amigos en Usaquén. Estaba solo en Bogotá porque su esposa había viajado a Filipinas para visitar a su familia. Eran las 8:30 de la noche de un primero de mayo del año 2002. Día lento, día festivo. Al entrar al parqueadero de su edificio David Hutchinson: los dos lados del cristal