Buscar historias. Cazarlas. Escribirlas. Editarlas. Como herederos de aquellas primeras fogatas de las cavernas, nos seguimos sentando alrededor de ese relato que nos alumbra, de esa novela que nos calienta, esperando la conmoción, la emoción o el despertar de una toma de conciencia.
¿Dónde están esas historias deslumbrantes?
Aquí hay una. Es de las gordas y ha resultado una de las experiencias más gratificantes para mí como editor. Le pertenece al escritor Ulises Bértolo, quien ha logrado urdir los elementos necesarios para crear una obra de alto calibre: en un infierno dominado por hombres, ella fue la reina.