«No existen palabras, simplemente son los besos, esas luces intensas en el camino de la vida, esas luces cegadoras tras de las cuales está otro ser humano, esperándote en un acto de eternidad consentida por la muerte. Eso son los besos. Al fin sé qué son los besos».
Ha dicho Manuel Vilas en una entrevista que él sigue en una aventura literaria que persigue la salvación de los mejores sentimientos humanos y que nadie debe renunciar a enamorarse de quien sea y con la edad que sea y que vivir es un acto erótico aunque seamos conscientes de la oxidación del erotismo.
Eso es. A mí me encanta.