Andrés Mauricio es un buen amigo, un hombre cercano al que aprecio y con quien he compartido largas y gratísimas conversaciones. Admiro su literatura, siempre inquietante, y valoro su disciplina. Su cerebro no para de moverse. Si de mí dependiera, lo acompañaría a lo largo de toda su carrera como escritor.
Con esta novela le toma el pulso a la sociedad de hoy y examina las posibilidades del amor de pareja en tiempos del #MeToo. ¿Cómo se manifiesta el machismo en la actualidad? ¿Qué lugar ocupa el feminismo? ¿De qué manera se construye el afecto cuando se están reformulando las reglas de juego?
Narrada a dos tiempos entre un presente que colapsa y un pasado que el protagonista se propone revaluar, Las margaritas es un ejercicio de memoria: la cartografía afectiva de un individuo que descubre las maneras en que el hombre cae presa de sus limitaciones.